#Enferdocente de Abril / Cristina Ferrer
- David Fernández García
- 12 abr 2017
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 14 nov 2020
Este mes la #enferdocente de abril ha llegado con retraso, pero todo tiene una explicación. La gran profesional a la que quiero entrevistar defendía su tesis doctoral el 5 de abril, y como es normal, no quise agobiarla con entrevistas y cosas menores de @enferdocente para la causa. Por cierto, estuve en la defensa y puedo decir que fue algo magistral (de ahí su Sobresaliente Cum Laude).

Este mes vamos a hablar de Aprendizaje Por Servicio (APS), una metodología que tiene como objetivo final, conseguir que los alummnos aprendan mientras prestan un servicio a la sociedad. En pocas palabras: "devolviendo a la sociedad lo que la sociedad nos ha dado".
No parece mala idea ¿verdad?. Pues Cristina Ferrer, profesora de la Universidad Católica de Valencia, es una de las profesoras enfermeras impulsoras de esta metodología en la Facultad de Enfermería.
Alguno podría decir que esto es barrer para casa, y no lo voy a negar, pero cuando en casa tienes a una profesional como la copa de un pino, no puedes evitar sacar pecho y decir "es mi amiga".
Quizá su dilatada experiencia en Atención Primaria, quizá su interés por la Educación Para la Salud, quizá simplemente porque es una buena persona, ha pensado que esta metodología podría cambiar la forma de aprender en sus alumnos, y me parece más que interesante conocer un poco más de Cristina y de la metodología que utiliza.

Pregunta: Cristina, ¿qué es el APS?
Respuesta: Yo definiría el APS, no como un método innovador de enseñanza, sino como una forma innovadora de aprendizaje a través del servicio a la comunidad. Es una oportunidad de adquirir competencias, a través de la prestación de un servicio a la sociedad.
Pregunta. ¿Por qué te decidiste a implementar esta metodología en tu asignatura?
Respuesta: Reflexionando sobre mi trabajo como docente en la Universidad, me di cuenta que el espacio físico de un aula, limita el aprendizaje.
Es complicado adquirir las competencias referentes a actitudes y habilidades necesarias para un futuro profesional de Enfermería, sentado en una silla mirando y escuchando al profesor.
Poner en práctica los conocimientos trabajados en una asignatura, es un plus de aprendizaje para el alumno, pero hacer esto en un grupo social desconocido para el alumno sin la protección continua de tu profesor, le confiere mucho más valor.
Por otro lado, soy consciente del beneficio que puede reportar en muchos grupos sociales, el trabajo de nuestros alumnos, su motivación, su creatividad, su ilusión por cambiar el mundo.

Pregunta: ¿Qué beneficios has notado que aporta usar el APS para los alumnos?
Respuesta: Los beneficios son múltiples como ya quedó reflejado en el documento de la UNESCO sobre la Declaración Constitutiva de la Red Nacional de Aprendizaje Servicio en 2007. Beneficios académicos, pues el desarrollar un proyecto e implementarlo les obliga a dominar los contenidos de forma mucho más exigente, pues sienten la responsabilidad de tener que responder a las dudas, cuestiones, sugerencias que les planteen los miembros de la comunidad en la que desarrollan las actividades. El aprendizaje por servicio, siempre va ligado a las competencias exigidas en la guía docente de la asignatura en la que se implementa.
Beneficios personales, pues son ellos los que deben establecer mediante reflexión crítica, las necesidades que plantea el grupo social o comunidad a la que se dirigen. Por otra parte, el sacarles de su entorno de “confort”, bajo la protección de su profesor, les beneficia en tanto que asumen una responsabilidad y una autonomía difícil de conseguir de otra manera. Deben resolver además los problemas que vayan surgiendo a lo largo del desarrollo del servicio, aspecto muy positivo para el crecimiento personal del alumno.
También desarrollan una actitud más realista frente al trabajo que desempeñarán cuando sean profesionales titulados y por supuesto, favorece su autoestima.
Se favorece un aprendizaje experiencial, ligado fuertemente a los sentimientos que genera, habitualmente positivos.

Pregunta: ¿Quiénes han sido tus referentes a la hora de poner en marcha la metodología?
Respuesta: Mi referente durante los primeros años y primeras experiencias, fue la propia Universidad Católica de Valencia, pues ofreció la posibilidad a todos los profesores de conocer esta forma de aprendizaje hasta el momento desconocida por muchos y de utilizarla en sus asignaturas.
Los años posteriores, y tras buscar y documentarme mucho, no puedo dejar de nombrar a Roser Batllé. Pedagoga especializada en aprendizaje- servicio, y a quien he leído y seguido a través de la web. He aprendido mucho sobre APS de ella, sin que ella se diese cuenta.

Pregunta: ¿Qué consejos le daría a alguien que quiere poner en práctica el APS por primera vez en su asignatura?
Respuesta: El primer consejo es sencillo: que lo ponga en práctica, que no tenga miedo. Es el primer paso. A veces pecamos de un excesivo proteccionismo con los alumnos y no confiamos bastante en su potencial. Debemos darles la oportunidad de aprender a través del servicio social.
El segundo consejo, es la planificación. Establecer una guía de mínimos con las competencias ligadas a la asignatura que debe adquirir el alumno, animar al alumno a buscar el grupo social que piensa que podría beneficiarse de alguna intervención y establecer las necesidades. El grupo diseña el proyecto de intervención, con los criterios mínimos que establece el profesor. Posteriormente se implementa y los alumnos deben recoger evidencias gráficas de la implementación. Finalmente se debe analizar lo hecho y reflexionar sobre el proceso y el resultado de la intervención.
Y por último, que disfrute. Es una experiencia que deja huella en los alumnos, en la sociedad y en el profesor.
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